Los márgenes brutos de compañías con ventaja competitiva acostumbran a ser mayores que las que no lo tienen. Un margen bruto alto viene dado por la ventaja competitiva de la compañía, ya que es lo que le da el poder de fijar los precios que desee para sus productos sin que se vean afectadas sus ventas. Aquellas empresas con ventajas competitivas excelentes suelen tener márgenes brutos superiores al 40%. Si es inferior al 20%, quiere decir que la compañía se encuentra en un sector altamente competitivo que le obliga a bajar el precio de sus productos para no perder cuota de mercado.
En esta partida se incluyen los gastos relacionados con venta de productos, administración, investigación y desarrollo (I+D) y amortizaciones. Unos gastos de venta y administración sistemáticamente bajos son indicativos de una baja competencia. Lo mismo ocurre con los gastos por I+D. Una empresa farmacéutica o tecnológica necesita invertir mucho para no quedarse rezagada y que una empresa más moderna o con mejores patentes la sustituya. Para Warren Buffett, esto constituye un fallo inherente en su ventaja competitiva y trata de alejarse de ellas. Es curioso, sin embargo, que una de las principales posiciones de Buffett sea Apple Inc.
Un año aislado de crecimiento no tiene ningún valor, pero si los beneficios netos se han incrementado de forma constante en un periodo largo de tiempo, probablemente nos encontremos ante una empresa con una ventaja competitiva duradera. Warren Buffett destaca aquí la importancia de los beneficios netos totales y no por acción.
Los programas de recompras de acciones pueden dar la falsa sensación de que los beneficios están creciendo, pero realmente estar ocultando unos beneficios planos (o decrecientes) que se camuflan porque existen menos acciones en circulación. De manera acorde, las compañías con una ventaja competitiva presentan un porcentaje mayor de beneficios netos en relación con los ingresos totales (margen neto) que las compañías con las que compiten.
Cuando una compañía presenta altos niveles de efectivo de forma constante y sin deberse a la venta de algún activo o la emisión de obligaciones y acciones, podemos encontrarnos ante una empresa con ventaja competitiva.
Si una empresa genera excedentes de efectivo y los acumula con su actividad habitual, lo tendrá más sencillo para superar pequeños baches temporales. El efectivo es el rey en los tiempos difíciles, por lo que si se dispone de efectivo cuando es necesario y otras empresas no lo tienen, estaremos por encima de ellas.
Compañías como Coca-Cola o McDonald´s poseen una ventaja competitiva directamente vinculada a su nombre. El valor de la marca Coca-Cola tiene un valor inmenso, pero paradójicamente, este valor no aparece en la hoja de balance. Para Buffett, ser capaz de mirar más allá de lo que aparece en las cuentas anuales supone una ventaja sobre los demás inversores a la hora de elegir las compañías con una gran ventaja competitiva oculta.
Por norma general, las compañías con ventaja competitiva necesitan muy poca o ninguna deuda a largo plazo para seguir con sus operaciones comerciales. Esto quiere decir que usará su propia rentabilidad para financiar sus operaciones. En consecuencia, los fondos propios deberían pesar más en su balance que la deuda (salvo casos especiales como recompras de acciones agresivas). Para Buffett, si la relación entre deuda/fondos propios es inferior a 0,8, posiblemente nos encontraremos ante una compañía con ventaja competitiva.
Por último, otra de las formas de ver si una compañía nos producirá riqueza es ver un aumento progresivo de las reservas de la misma. Es decir, que el exceso de beneficios que generen con su actividad habitual se acumule para los accionistas la partida de patrimonio neto, o bien que se use para realizar recompras de acciones. Ambas son opciones que a Warren Buffett le parecen adecuadas para generar valor.
Fuente: Laboratorio de Inversión
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