Perplexity, la empresa de inteligencia artificial, lanzó recientemente su navegador con IA llamado Comet, una herramienta que su CEO, Aravind Srinivas, describe no solo como un producto de consumo, sino como un “asistente personal” que puede transformar la productividad corporativa.
De acuerdo con Srinivas, este navegador autónomo es capaz de navegar por páginas web, hacer investigación, resumir artículos o videos y organizar pestañas según las necesidades del usuario. Esta capacidad de “delegar” trabajo digital rutinario a la IA permitiría a los equipos humanos concentrarse en actividades estratégicas de mayor valor.
El modelo de negocio que plantea Perplexity va más allá del usuario individual. Srinivas estima que cada usuario podría generar alrededor de 10 000 dólares al año en valor de productividad gracias a Comet. Esa cifra no es solo una métrica interna: el CEO la usa para proyectar un impacto macroeconómico significativo. Según él, dado que el trabajo del conocimiento digital aporta alrededor de 25 billones de dólares al PIB global, un aumento del 20 % en la productividad gracias a herramientas como Comet podría traducirse en 5 billones de dólares adicionales al PIB mundial.
Para Perplexity, este argumento no es retórica de marketing, sino una visión estratégica. El navegador, que estuvo inicialmente reservado para suscriptores de Perplexity Max, ha sido liberado para todos los usuarios. Esta decisión podría acelerar la adopción empresarial y aumentar su uso en labores cotidianas de conocimiento. Srinivas cree que muchas empresas preferirán invertir en esta IA en lugar de sumar más talento humano para tareas operativas.
El planteamiento de Comet abre un nuevo debate en el mundo empresarial: ¿hasta dónde la IA puede reemplazar roles administrativos sin sacrificar calidad o responsabilidad humana? Mientras algunos ven estas herramientas como oportunidades de “potenciar” equipos, otros advierten riesgos. Por ejemplo, algunos líderes tecnológicos alertan sobre la posible pérdida de empleos blancos collares. Sin embargo, para Srinivas, la automatización que propone Comet no necesariamente implica despidos masivos, sino una reorganización de prioridades y recursos.
Además, la propuesta de Comet invita a replantear los modelos de talento. Si un agente de IA puede asumir tareas como investigación, resumen de contenido o gestión de pestañas, las empresas podrían redirigir a sus empleados hacia funciones más estratégicas, creativas o de supervisión. Este cambio podría redefinir las estructuras de equipo y los planes de contratación a mediano plazo.
Desde una perspectiva financiera, la inversión en Comet también se ve atractiva: en lugar de pagar un salario recurrente para una persona que realiza tareas rutinarias, las empresas podrían optar por una herramienta que funciona las 24 horas y que escala sin aumentar costos fijos proporcionales al crecimiento del equipo. Para los líderes de empresas, especialmente en entornos digitales, esto representa una ventaja competitiva.
No obstante, esta visión no está exenta de interrogantes. ¿Qué implica depender de una IA para tareas clave? ¿Cómo se manejan los riesgos de seguridad, calidad o sesgo cuando se automatiza investigación y análisis? ¿Qué sucede si muchas empresas adoptan Comet y delegan demasiado al navegador, perdiendo conocimiento interno o control sobre sus procesos críticos?
La estrategia de Srinivas y Perplexity sugiere que su ambición no es simplemente la de lanzar otro producto de IA, sino la de rediseñar cómo se realiza el “trabajo digital del conocimiento”. Para él, Comet no es un sustituto del talento humano, sino una extensión: una plataforma inteligente que libera tiempo y recursos para que los equipos se concentren en lo que realmente aporta valor estratégico.
El reto para los gerentes y directores ejecutivos ahora es decidir si Comet es una herramienta para optimizar operaciones existentes o un punto de inflexión para repensar sus estructuras de talento. Si la propuesta de Perplexity tiene éxito, podríamos estar al inicio de una nueva era en la que los navegadores con IA no solo ayuden a buscar información, sino que se conviertan en actores clave en la transformación organizacional.
Fuente: CNBC
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