Florida atraviesa una crisis de vivienda asequible, con un aumento en la demanda y una oferta insuficiente de propiedades accesibles para trabajadores esenciales y familias de ingresos medios. La situación se ha agravado en los últimos años debido a la inflación, el encarecimiento de la construcción y la llegada masiva de nuevos residentes al estado.
Según la Universidad de Florida, el 31% de los hogares en el estado gasta más del 50% de sus ingresos en vivienda, muy por encima del umbral recomendado del 30%. En ciudades como Miami, el alquiler promedio de un apartamento de una habitación supera los $2,500 al mes, dificultando la vida de trabajadores de sectores esenciales como la educación, la salud y la seguridad.
Uno de los factores clave en esta crisis es la falta de nuevas construcciones accesibles. A pesar del auge inmobiliario, la mayoría de los desarrollos están dirigidos a compradores de alto poder adquisitivo, dejando de lado a quienes buscan viviendas de menor costo. En 2024, solo el 14% de las nuevas construcciones en Florida fueron catalogadas como viviendas asequibles.
El aumento del costo de vida también ha generado un éxodo de trabajadores hacia otros estados con mejores condiciones de vivienda. En el último año, Florida ha perdido un 7% de su fuerza laboral en sectores esenciales debido a la dificultad de encontrar una vivienda asequible.
A esto se suma el impacto de los desastres naturales, como huracanes y tormentas tropicales, que han dañado viviendas y limitado la disponibilidad de propiedades habitables. La reconstrucción ha sido lenta y costosa, elevando aún más los precios en las zonas afectadas.
Ante este panorama, el gobierno de Florida ha impulsado programas como el "Live Local Act", que busca incentivar la construcción de viviendas asequibles mediante subsidios y reducciones fiscales. Sin embargo, los expertos señalan que estas medidas aún no son suficientes para cerrar la brecha entre la oferta y la demanda.
La crisis de vivienda en Florida continúa siendo un desafío para el estado, afectando la economía local y la calidad de vida de miles de residentes. Con precios al alza y una oferta limitada, encontrar soluciones sostenibles será clave en los próximos años.
Fuente: El Nuevo Herald
Escribe tu comentario